Selma Lagerlöf: La primera mujer en ganar un Nobel de Literatura
Selma Lagerlöf fue la primera mujer en ganar un Nobel de Literatura. Desde que tengo conocimiento sobre sus hazañas como escritora, ha sido uno de mis modelos a seguir.
Creo que es algo positivo poder ver los logros de mujeres que vinieron antes que nosotras y dejaron un legado para este mundo. Selma fue una de ellas, y me parece apropiado poder rememorar todo lo que la hacía una escritora fantástica.
Sus primeros años de vida

Selma nació en Suecia, en una pequeña finca de nombre Mårbacka. Su niñez fue un poco sedentaria, debido a una displasia de cadera que nunca fue tratada.
Pero, estos años de tranquilidad le permitieron enamorarse de la literatura. A los 7 años, luego de leer su primer libro, “Oceola” de Mayne Reid, quedó marcada de por vida, lo que la inspiró a convertirse en escritora.
A partir de este punto, Selma no podía parar de leer y, en ocasiones, escribir. Empezando con la biblia y luego pasando por obras literarias de autores reconocidos. Su trabajo más destacado a esta edad fue un poema extenso que escribió sobre su hogar.
La economía de su familia era poco estable, y debido a que su padre siempre estaba enfermo, su hermano Johan asumía la carga monetaria trabajando día y noche en la finca.
Fue así como Selma entendió que debía elegir una profesión para poder ayudar con los futuros gastos de su familia, por lo que decidió convertirse en maestra.

Su labor como maestra y su formación como escritora
A pesar de no tener mucho dinero, su hermano mayor Johan le consiguió un préstamo que le permitió ingresar en 1881 al Liceo Sjöberg para Señoritas y, un año después, al Real Seminario Superior para Estudios Docentes.
Su edad le otorgó cierta popularidad, ya que, al ser la hermana mayor, era considerada una mujer más madura y sabia. Además, logró cautivar a muchos con los sonetos y poemas que escribía.
Pero, su vida como docente y escritora cambiaría cuando a los 26 años desciende del tren de Landskrona para iniciar su carrera como maestra. En esta pequeña ciudad de la costa conocería el alcoholismo, la pobreza y la discriminación hacia las mujeres, amistades que recordaría para siempre. Fueron estos pilares lo que le permitió escribir su obra “La anciana Agneta”.
Su vida en Landskrona estuvo llena de acontecimientos importantes y que marcaron su forma de escribir. Conoció a Sophie Adlersparre, principal figura feminista de la época y que la convenció a desarrollar sus obras en prosa.
Asimismo, perdió la finca de sus padres debido a las deudas, lo que la impulsó a participar en un concurso del periódico cultural “Idun”, enviando 5 capítulos de los que, más adelante, sería su obra maestra.
Sobre sus obras y el premio Nobel de Literatura

Las obras de Selma Lagerlöf, la primera mujer en ganar un Nobel de Literatura, tenían un profundo arraigo en los cuentos populares y leyendas de Suecia. Sobre todo, de su pueblo natal en el condado de Värmland.
La saga de Gösta Berling (el libro de cinco capítulos que envió al periódico Idun) rompió con el neutralismo y el predominante realismo del momento, algo que tomó por sorpresa a muchos lectores. Su imaginación vivida fue uno de los factores determinantes para que le fuera otorgado el premio Nobel de Literatura por esta obra.
No obstante, sus obras llegaban a reflejar la realidad de la época y los acontecimientos que influían en la vida de las personas, como la guerra, la pobreza y los problemas sociales.
Selma fue una mujer que vivió una vida de proezas más allá de las literarias, con una fuerte influencia artística y feminista que inspiró y sigue inspirando a muchos hasta la fecha.