Escribir en otra lengua que no la nativa
Actualizado: 29 jun 2022
Para nadie es un secreto que adecuarse a un idioma nuevo es todo un desafío, pero una vez que lo dominas se convierte en una extensión de ti. Además, no es una idea que nace porque si, aprender una lengua nueva es un impulso que parte del interés por dicho dialecto.
Eso fue lo que me ocurrió con el español, es un idioma que me fascina y encanta, pero también nacieron otras razones por las que decidí aprenderlo y adoptarlo como el dialecto de mis historias.

Desafíos de escribir en una lengua distinta
Si has leído sobre mí o has indagado un poco en mis redes, sabrás que mi lengua nativa es el portugués. Y, aunque pueda tener cierta relación con el español (ambas son lenguas romances) lo cierto es que encontré varios desafíos a la hora de hablarlo y escribirlo.
Después de todo, aprender un idioma nuevo supone ciertas dificultades al principio, y el español, por ser como es, es una lengua bastante complicada y muy extensa (posee muchísimos acentos). Pero, al mismo tiempo, termina siendo un dialecto muy enriquecido y que te enamora una vez que lo dominas.
Claro que, manejarlo es todo un desafío, ¿escribirlo? también. Aun así, he logrado aprender mucho de esta lengua y me siento totalmente atraída hacia ella.
Mi amor por el idioma español

Aunque puedas experimentar dificultades para aprender algo, si sientes cierta atracción e interés, en tu interior irá despertando un amor y afición hacia ello. Antes de empezar a aprender el español ya me intrigaba un poco esta lengua, había algo en ella que me llamaba fuertemente la atención.
Esta es una de las razones por las que decidí intentar dominarlo, pero este apego se fue haciendo más fuerte a medida que iba conociendo cada palabra, cada artículo, cada verbo. Mi vivencia en países de habla hispana me permitió acercarme poco a poco a esta lengua y comprenderla de primera mano.
Evidenciar cada conversación en las calles, plazas y lugares que visitaba me permitía comprender mucho más la naturaleza del idioma.
Las palabras se hicieron familiares, las frases parte de mi día a día, de mi trabajo y de mi futuro. El español era ahora parte de mí y de lo que me fascinaba hacer, y fue convirtiéndose en esa lengua que tanto aprecio.

Mis historias como una de las razones para afrontar este reto
Mi pasión siempre ha sido escribir, y aunque mi lengua nativa es el portugués, he encontrado cierto confort en desarrollar mis historias en español. En primer lugar, los escenarios en los que se desenvuelven muchos de mis relatos ocurren en territorios de habla hispana.
Por otra parte, en varias de mis historias, los personajes son personas que viven en estos mismos países, y sus diálogos debían responder a la naturaleza de estos lugares.
Esta es una de las principales razones por las que decidí escribir mis obras en español. Y aunque muchas veces ha significado un gran reto para mí, la satisfacción que siento luego de terminar cada capítulo es realmente indescriptible.
Si alguna vez te has encontrado en una situación parecida, te animo a seguir lo que dicte tu corazón y poner tu mayor esfuerzo en hacer aquello que te hace sentir orgulloso sin importar las dificultades.